A condição do coração humano 6:30-7:23 Copyright© 1998 John W Rendel. All rights reserved.

O Coração DURO Alimentação de Cinco Mil 6:30-56 Os corações duros dos apóstolos Não entenderam o milagre dos pães DURO Dureza de corazón es le problema presentado aquí. En el mundo del transporte existe un problema de dureza. Calentando los depósitos de gasoil de los camiones Años atrás llegamos a nuestros campos de ministerio, como la India, viajando por tierra a través del Oriente Medio en camiones y furgonetas viejos. A menudo se hacía en el otoño o a principios del invierno. Nos dimos cuenta de un de los problemas que sufren los conductores de los camiones comerciales. El frio congelaba o cuajaba el gasoil en los depósitos de los camiones. Los camiones no se arrancaban. Una de las imagenes que surge en mi mente es de filas de camiones Mercedes Benz aparcados en los paraderos y cafés en las montañas de Turquía y de Iran. Y debajo de casi todos los vehículos, los camioneros habían puesto fuegos para derretir el gasoil coagulado de los depósitos. Viendo los fuegos debajo de tantos camiones de noche me dio la sensación de que estaba en una escena de película de guerra, y que en cualquier momento los depósitos se estallarían. Pero no, no era algo tan emocional, sino simplemente el problema de que el gasoil se congela a temperaturas más altas que la gasolina. Se congela, se pone duro, y no funciona como se debe. El Judio en el Autobus de Hippies Mi primer año de entrenamiento misionero con OM en Iran se terminó en 1967. Me volvía a Europa para juntar a la campaña en España. A finales de agosto pensaba cojer el avión charter de OM y volver a la escuela bíblica de Moody en Chicago. Ahí en España me encontraría con la novia, Cathy Maxwell. Estuvo en la campaña de OM en España. Tomé un autobus de linea de Tehran, capital de Iran, hasta el noroeste del país. Desde allá continué el viaje haciendo autoestop. Nadie paraba por muchas horas, pero por fin apareció un autobus viejo. Era uno pintado de verde que llevaba placas inglesas. Me alcanzó y paró. Estaba lleno de hippies volviendose de un viaje a Afganistán y Nepal. Había visto este mismo autobus meses antes en uno de los pueblos en el oriente del país, en la carretera principal entre Tehrán y Meshed. No había prestado mucha atención excepto de pensar que a lo mejor eran hippies. Ahora me encontraba en la puerta de su vehículo, a punto de subir abordo. Fiajamos un precio para el trayecto entre Irán e Istanbul, donde recojería una furgoneta de OM y continuar mi viaje hacia las conferencias en Bruselas. Fuí a lo largo del pasillo del autobus y encontré el único asiento que quedó vacio. Me senté y entablé conversación con el que estaba al lado mío. Me pareció que todos los viajantes eran británicos menos él que estaba a mi lado. Era norteamericano por su acento y muy pronto me dijo que era judio. Quise compartir el evangelio con él pero no estaba preparado para compartir con una persona judía. Durante lo largo del viaje sacaba mi Biblia para leerla. Él leía novelas de James Bond, el espía 007. No le llevó mucho tiempo hasta que me empezó a decir que tenía que ponerme al día y meterme en el siglo 20, en el mundo moderno. Tenía que leer libros como las novelas de James Bond, y devolver al estante antiquados libros como la Biblia. Me acuerdo de haberle testificado pero no sabía en aquel entonces lo que conozco ahora acerca de los judíos. Fue un viaje difícil para mí. Me daba cuenta de que el judío sentía vergüenza delante de los ingleses que el único norteamericano aparte de él llevaba una Biblia. Con el tiempo me calmé pensando que a lo mejor el Señor usaría este contacto para llevarle a Cristo. El Señor tiene sus citas para nosotros y él sabe lo que está haciendo. Pablo nos dice que ellos sufren de una dureza de corazón, pero que un día eso cambiará. (Vease Romanos 11.) Los discípulos sufrían de lo mismo aquel día. 1998-2014 John (Jack) W Rendel Copyright© 1998 John W Rendel. All rights reserved.

O Coração As Tradições 7:1-13 Com os lábios me honram mas seu coração está longe de mim Têm posto suas tradições em lugar da Palavra de Deus Lejos de Dios. ¡Lejos de las abejas! Aquel día mientras esperaba entrar en el comedor de nuestra academía en África escuché a unas de las muchachas de la clase de mi hermano pequeño decirle que querían recibir la picadura de una abeja en sus brazos para saber como era. No lo tomé muy en serio pensando que estaban hablando solo por decir algo. Me lo olvidé en seguida. Durante aquella tarde jugaba el fútbol con otros chicos de mi clase en un campo de fútbol que quedaba a unos 200 metros de los edificios de la escuela. De repente sentí que volaban unos insectos alrededor de mi cabeza. Cuando me comenzaron a picar mi di cuenta de que eran abejas y me eché a correr hacia la escuela, gritando a los demás que nos estaban atacando unas abejas. Al correr me vino que esto era obra de mi hermano. Mas tarde mi enteré de que mi hermano había llevado a unas de las chicas de su clase a unos arbustos cerca del campo de fútbol y les había dicho que ahí habían unas abejas y que debían de esperar con los ojos cerrrados y contar hasta cien. Después podían abrir los ojos y echar unas piedras entre los arbustos y que saldrían unas abejas a picarles en los brazos tal como habían pedido. Pues lo hicieron y se llenaron de picaduras. Lo interesante es que cuando tienes miedo a algo huyes de ese algo. Yo huía de las abejas. La gente del mundo huye de Dios. Tienen miedo a Dios. Son ignorantes de las misericordias de Dios. Creen que tienen que establecer su propia justicia. Ignoran la justicia de Dios. 1998-2014 John (Jack) W Rendel Copyright© 1998 John W Rendel. All rights reserved.

O Coração a insensatez maus pensamentos a inveja imoralidades sexuais os roubos homicídios adultèrios as avarezas o engano a inveja a blasfemia a insolência a insensatez O que sai do homem 7:14-23 Não é a comida que entra pela boca do homem que lhe contamina, se não, Os pecados que saem do coração contaminado. MAR 7:22 avaricias, maldades, engaños, sensualidad, envidia, calumnia, orgullo e insensatez. LBLA 1. La envidia: Tuve envidia de otros predicadores. 2. Los sacerdotes entregaron a Jesús por envidia a pilato. MAT 27:18 Porque él sabía que le habían entregado por envidia. MAR 15:10 Porque sabía que los principales sacerdotes le habían entregado por envidia. LBLA 3. Caín mató a Abel por envidia. Génesis 4:1-11 4. Efraín tuvo envidia de Jefté. Jueces 12:1-6 Hubo una guerra sanfrienta entre hermanos. Pero Isa. 11:13 nos dice que todo esto cambiará. JUE 12:1 Los hombres de Efraín se reunieron y cruzaron el Jordán hacia el norte, y dijeron a Jefté: ¿Por qué cruzaste a pelear contra los hijos de Amón sin llamarnos para que fuéramos contigo? Quemaremos tu casa sobre ti. ISA 11:13 Entonces se disipará la envidia de Efraín, y los que hostigan a Judá serán exterminados; Efraín no envidiará a Judá, y Judá no hostigará a Efraín. LBLA 5. GEN 26:14 pues tenía rebaños de ovejas y vacadas y mucha servidumbre, y los filisteos le tenían envidia. GEN 37:11 Y sus hermanos le tenían envidia, pero su padre reflexionaba sobre lo dicho. HEC 7:9 Y los patriarcas tuvieron envidia de José y lo vendieron para Egipto. Pero Dios estaba con él, SAL 37:1 (Salmo de David.) No te irrites a causa de los malhechores; no tengas envidia de los que practican la iniquidad. SAL 68:16 ¿Por qué miráis con envidia, oh montes de muchos picos, al monte que Dios ha deseado para morada suya? Ciertamente, el Señor habitará allí para siempre. SAL 73:3 Porque tuve envidia de los arrogantes, al ver la prosperidad de los impíos. PRO 24:1 No tengas envidia de los malvados, ni desees estar con ellos; PRO 24:19 ¶ No te impacientes a causa de los malhechores, ni tengas envidia de los impíos, SAL 106:16 ¶ Cuando en el campamento tuvieron envidia de Moisés, y de Aarón, el santo del Señor, HEC 17:5 Pero los judíos, llenos de envidia, llevaron algunos hombres malvados de la plaza pública, organizaron una turba y alborotaron la ciudad; y asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo. ROM 1:29 estando llenos de toda injusticia, maldad, avaricia y malicia; colmados de envidia, homicidios, pleitos, engaños y malignidad; son chismosos, 1CO 13:4 El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; FIL 1:15 Algunos, a la verdad, predican a Cristo aun por envidia y rivalidad, pero también otros lo hacen de buena voluntad; TIT 3:3 Porque nosotros también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados, esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y odiándonos unos a otros. 1998-2014 John (Jack) W Rendel Copyright© 1998 John W Rendel. All rights reserved.